En una muestra de extravagancia y desconexión con la realidad de su país, Nicolás Maduro ha gastado millones de dólares en su cierre de campaña presidencial, mientras millones de venezolanos sufren de hambre y miseria. Con drones iluminando el cielo nocturno de Maracaibo, una ciudad afectada por constantes racionamientos eléctricos, el presidente izquierdista ha demostrado una vez más su preferencia por el espectáculo sobre la sustancia.
La campaña de Maduro, en vísperas de las elecciones del 28 de julio, ha ocupado todas las franjas de la televisión estatal, con numerosas transmisiones diarias de su “peregrinación” por Venezuela. Esta presencia permanente en los medios públicos no solo desvía la atención de los problemas reales del país, sino que también representa un uso desproporcionado y abusivo de los recursos del Estado para fines personales.
En Maracaibo, drones formaron la imagen del presidente en el cielo, un acto que contrastó brutalmente con la realidad de una ciudad que enfrenta apagones y escasez de recursos básicos. La oposición ha criticado fuertemente estos actos, señalando que el dinero gastado en esta ostentosa campaña podría haber sido utilizado para alimentar a miles de niños venezolanos.
DATOS DEL DESPILFARRO
Nicolás Maduro Moros, presidente de Venezuela, despilfarró mucho dinero para su cierre de campaña: pagó 2953 viajes de bus, cada viaje le costaba $200 y fueron 2930 buses por 4 meses. ¿Cuánto es el total? La cifra asciende a $6,929,032,000 USD.
Según estimaciones basadas en los precios actuales de alimentos en Venezuela, con los $6,929,032,000 USD despilfarrados en su campaña, se podrían haber alimentado aproximadamente a 63,457,673 niños durante un mes. Este dato resalta la desconexión de Maduro con las necesidades urgentes de su pueblo.
La indignación pública no se ha hecho esperar. «Es inaceptable que mientras nuestros hijos pasan hambre, el presidente gaste millones en propaganda para mantenerse en el poder,» declaró un miembro de la oposición. «Este despilfarro es una burla para todas las familias que luchan por sobrevivir día a día.»
En un país donde la crisis humanitaria sigue agravándose, la elección de destinar millones a un cierre de campaña fastuoso en lugar de invertir en el bienestar de la población es una clara muestra de las prioridades equivocadas de Nicolás Maduro.
Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el pueblo venezolano enfrenta una elección crítica entre continuar bajo un régimen que ignora sus necesidades o buscar un cambio que realmente aborde la crisis alimentaria y económica que azota a la nación.