Este lunes 5 de agosto, las principales bolsas europeas y de Asia abrieron la sesión en rojo. Este fenómeno obedece al temor de los inversores a que la economía estadounidense se haya deteriorado más de lo previsto y entre en recesión.
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Estos resultados ocurren luego de que se conocieran los datos económicos y laborales de Estados Unidos, los cuales fueron señalados por expertos como flojos: el índice ISM reveló que la actividad industrial se redujo por cuarto mes consecutivo y las solicitudes de prestación por desempleo tuvieron su mayor aumento en un año.
Esas señales de debilidad avivaron la preocupación por los efectos negativos del entorno de altos tipos de interés establecido por la eserva Federal de EE. UU. (Fed) para controlar la inflación, y eso se reflejó en el índice de volatilidad Vix, conocido como el «indicador del miedo», que se disparó casi el 12 por ciento.
Así está la situación en las bolsas de Asia
El principal índice de la Bolsa de Tokio, el Nikkei, se desplomó un 12,40 por ciento este lunes 5 de agosto. Se trata de la segunda mayor caída porcentual de su historia arrastrado por el fortalecimiento del yen, fomentado a su vez por la última subida de tipos del Banco de Japón (BoJ), y unido a los temores a una recesión en EE.UU.
El Nikkei, que agrupa a los 225 títulos más representativos del mercado, cerró con un descenso del 12,40 % ó 4.451,28 puntos, hasta los 31.458,42 enteros. El Topix, que incluye a las firmas de la sección principal, las de mayor capitalización, retrocedió un similar 12,23 % ó 310,45 puntos, hasta las 2.227,15 unidades.
De esta forma, el Nikkei encajó su mayor descenso porcentual desde el «Black Monday» (lunes negro), el 20 de octubre de 1987, cuando se depreció un 14,90 %, y también su mayor caída en puntos de la historia, al sobrepasar los 3.836,48, también de ese día.
El índice alcanzó los 42.426,77 puntos el pasado 11 de julio y marcó entonces su récord histórico, espoleado por la continuada depreciación del yen. Desde entonces, el selectivo referencial acumula una caída del 25,5 %, y 10.765,60 puntos.
El parqué tokiota abrió fuertemente a la baja siguiendo la misma tónica de la semana pasada, cuando cerró el viernes con una caída cercana al 6 % y tras acumular varias jornadas de pérdidas tras la última reunión del BoJ.
El cambio en la política monetaria nipona amplificó el efecto de los temores a una desaceleración económica en EE.UU. tras unos datos de empleo mucho peor de lo esperado que desataron las especulaciones de un aumento del ritmo del recorte de tipos de interés, lo que deparó fuertes caídas también en otras bolsas asiáticas en este inicio de semana.
«Los inversores extranjeros están vendiendo acciones japonesas debido a la preocupación de que Estados Unidos pueda estar encaminándose hacia una recesión», dijo Naka Matsuzawa, analista de la correduría Nomura Securities, en declaraciones recogidas por el diario económico Nikkei.
En este sentido, el experto consideró que las motivaciones para esta caída son ajenas a Japón, e implican una búsqueda de fondo por parte de los mercados y que la postura a tomar debe ser «esperar y ver» cómo evoluciona la primera economía mundial, especialmente en el sector tecnológico.
La citada subida de tipos del BoJ, que reduce las diferencias entre esta entidad y otras como la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo, desencadenó una fuerte apreciación del yen frente al euro y al dólar, una tendencia que perjudica a los grandes exportadores nipones al repatriar sus beneficios en el exterior.
El yen se movía este lunes durante las negociaciones en Tokio entre los 141,68 y los 146,63 yenes por dólar. Frente al euro, la divisa japonesa se apreció también y se movía en la franja de las 154,39 y las 160,13 unidades.
«El valor en la Bolsa se decide por varios factores como la situación económica y las actividades empresariales, por lo que evitamos hacer comentarios sobre los movimientos diarios», dijo hoy el portavoz gubernamental japonés, Yoshimasa Hayashi, en una rueda de prensa.
Hayashi señaló, no obstante, que el Ejecutivo japonés, vigilará estos movimientos y «hará un esfuerzo en administrar la economía y finanzas» niponas.
En la misma línea, Seúl se dejó un 8,77 % y Taiwán, un 8,35 %. Las bolsas de Hong Kong y Shanghái también cotizaron en negativo, aunque con pérdidas más moderadas.
Caídas en bolsas de Europa
En tanto, las bolsas europeas siguen con el nerviosismo que se desató la semana pasada después de los datos negativos de empleo y actividad industrial publicados el jueves y el viernes en EE. UU., una situación que agravaron los resultados decepcionantes de algunas grandes compañías tecnológicas.
Tras los descensos registrados el viernes en Wall Street, la ola de ventas se extendió este lunes a Asia y a Europa.
En Europa, minutos después de la apertura, Milán bajaba un 3,8 %; Fráncfort, un 3 %; Madrid, un 2,8 %; París, un 2,7 %, y Londres, un 2,4 %.
El IBEX 35, el principal índice de la bolsa española, bajó este viernes un 1,67 por ciento, ante el temor a una desaceleración pronunciada de la economía estadounidense, y terminó la semana con un descenso acumulado del 4,4, el mayor retroceso desde marzo de 2023.
Después de publicarse los datos de empleo en EE.UU., peores de lo esperado, el selectivo encadenó su tercera sesión consecutiva en rojo y cerró en 10.672,9 puntos, el nivel más bajo desde abril. En lo que va de año, aún sube un 5,6 %.
El castigo a las empresas tecnológicas, en especial a Intel, tras los últimos resultados, ha agravado la situación en las bolsas de todo el mundo, desde Asia a Wall Street.
Los bancos se han situado de nuevo entre los valores más castigados, por el temor de los inversores a que el deterioro de la economía estadounidense lleve a la Reserva Federal a acentuar la rebaja de tipos a partir de septiembre.
RESUMEN DE NOTICIAS CON AGENCIA EFE