En Cúcuta, la violencia ha escalado significativamente debido a la guerra territorial entre dos bandas criminales: los AK47, liderados por Ever Carreño Corredor (alias Porras), y Los Manzaneros, dirigidos por alias Pepino, hijo de José Luis Pabón.
Este conflicto ha alcanzado niveles alarmantes tras el asesinato de Pabón el jueves pasado en la Avenida Grancolombia.
Disputa territorial y control del microtráfico
El asesinato de José Luis Pabón, cuya responsabilidad fue admitida públicamente en un video por miembros de los AK47, marcó un punto crítico en la disputa territorial por el control del microtráfico en Cúcuta.
La confrontación ha escalado hasta el punto en que Porras y los AK47 han declarado su intención de eliminar a toda la familia de Pepino. Esta amenaza se materializó durante el funeral de Pabón, cuando las autoridades capturaron a José del Carmen Contreras Gutiérrez, quien, desde una moto y mediante una videollamada, mostraba lo que estaba ocurriendo. Al ser requisado por la Policía de Cúcuta, se le encontró en posesión de una granada que, según se presume, planeaba lanzar contra los asistentes al sepelio.
Este incidente se suma a la activación controlada de otra granada cerca del lugar de entierro de Pabón.
Ataques y advertencias
La violencia no se detuvo en el cementerio. El fin de semana pasado, individuos armados llegaron a la vivienda de un familiar de Pepino en el barrio San Miguel de Cúcuta y dispararon contra la fachada, obligando a los residentes a abandonar la zona. Estos ataques son claros mensajes de advertencia en la continua escalada del conflicto.
Necesidad de intervención urgente
Es crucial que la Policía Nacional, la Fiscalía y otras autoridades se unan a la Alcaldía de Cúcuta para detener esta guerra antes de que más vidas se pierdan, tanto de quienes están involucrados en la disputa como de personas inocentes atrapadas en el fuego cruzado. Los recientes eventos subrayan la necesidad de una intervención coordinada y eficaz.
Contexto de la violencia
La situación en Cúcuta ha llegado a un punto crítico debido al enfrentamiento entre las bandas criminales conocidas como Los AK47 y Los Manzaneros. El asesinato de José Luis Pabón, atribuido públicamente a Los AK47, ha intensificado esta guerra territorial. El líder de Los Manzaneros, alias Pepino, ha sido objeto de múltiples ataques, y la violencia amenaza con escalar aún más.
Reacciones y medidas de seguridad
El alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, ha intensificado sus esfuerzos para promover la denuncia de actos delictivos y brindar apoyo a la comunidad.
En un recorrido reciente por el Centro Comercial Alejandría, Acevedo enfatizó: «Recorrimos el Centro Comercial Alejandría y sus alrededores para invitar a la gente que es víctima de extorsiones a que denuncien ante las autoridades, llamando a la línea 147 o al 3219702247. Entre todos derrotamos la delincuencia. Llevamos un mensaje de respaldo a nuestros comerciantes para invitarlos a denunciar cualquier amenaza. No nos vamos a dejar intimidar. Merecemos una ciudad segura, perseverante y productiva».
Urgencia de una acción coordinada
Es imperativo que las fuerzas de seguridad y las autoridades locales continúen trabajando estrechamente para prevenir que esta escalada de violencia cobre más vidas.
La captura de José del Carmen Contreras Gutiérrez, en posesión de una granada durante el funeral de Pabón, y la activación controlada de otra granada cerca del sitio del entierro, demuestran la gravedad de la situación y también la acción inmediata que están ejerciendo las autoridades en contra de esta terrible situación.
Llamado a la comunidad
La ciudadanía también juega un papel crucial en la lucha contra la delincuencia. La colaboración y el reporte de actividades sospechosas pueden ayudar a las autoridades a actuar con mayor precisión y rapidez. La administración del alcalde Acevedo continúa promoviendo la denuncia como una herramienta esencial para enfrentar este desafío.